2017
Juan Orlando se presentó a elecciones generales con el peso de una ilegal reelección presidencial. Los resultados nuevamente fueron cuestionados, calificando su triunfo como fraude electoral, lo que llevó al pueblo hondureño a protestar en las calles. A raíz de las acciones, hubo muertos, presos políticos y hasta exiliados, perseguidos por el régimen.
“El 1 de diciembre de 2017, decenas de miles de manifestantes salieron a las calles para protestar contra los resultados de las elecciones. Juan Orlando le pagó a un funcionario del Partido Nacional para que pagara a pandilleros para incitar y cometer actos de violencia en las protestas, lo que a su vez justificaría medidas policiales, imposición de un toque de queda y uso de la fuerza contra los manifestantes”, indican los Motion in Limine.